El FBI estadounidense ha intervenido la compañía propietaria de la  popular página de intercambio de archivos Megaupload y ha arrestado a  varios de sus trabajadores, según ha adelantado en Twitter la agencia Associated Press.  También se encuentra inaccesible Megavideo, de la misma compañía, donde  pueden publicarse y verse vídeos con un sistema similar al de YouTube.
La operación, según publica 'The Wall Street Journal', se enmarca en  otra mayor contra una serie de páginas web acusadas de 'piratería', es  decir, de violar derechos de autor de obras protegidas. Siete personas  habrían sido detenidas y acusadas de violar la propiedad intelectual en  los tribunales de Virginia y cuatro de ellas estarían ya detenidas por  conspiración para cometer un crimen y violación de la propiedad  intelectual.
Además, se habrían producido otros cuatro arrestos en Nueva Zelanda,  según el mismo diario, y se estaría procediendo a bloquear cuentas  bancarias y servidores en todo el mundo.
Una operación que se produce un día después de que una serie de  páginas web protestaran por la iniciativa SOPA, que busca promulgar una  ley que, en EEUU, permita bloquear páginas web extranjeras que  perjudiquen obras protegidas por derechos de autor.
Fuentes policiales citadas por el diario estadounidense aseguran, sin  embargo, que no hay conexión entre esta operación, llevaba a cabo tras  una investigación de dos años, y la polémica sobre la SOPA.
Megaupload, que desde la tarde del jueves se encuentra inaccesible,  es una de las más importantes páginas web de intercambio de archivos del  mundo. Está en funcionamiento desde 2005 y permite 'subir' todo tipo de  archivos que después pueden ser descargados en cualquier otro  ordenador. Asimismo, Megavideo permite a cualquier usuario publicar  vídeos que después pueden visualizarse en cualquier parte, como hace  YouTube.
Ambas páginas web han sido habitualmente señaladas por las compañías  de contenidos por facilitar la descarga y visualización de obras  protegidas por derechos de autor. Ambos sitios, que muchos consideran  centros de las descargas no autorizadas de música, películas, series o  libros protegidos, ha sido perseguido por la industria del porno, las  autoridades inglesas, francesas, italianas e incluso estadounidenses,  Google y la RIAA a través de Mastercard, entre otras.
Hasta ahora, la compañía había resistido amparada en que, además de  alojar contenido protegido por derechos de autor, había muchos usuarios  que utilizaban el servicio de intercambio de archivos de forma legítima y  privada. Además, no dudaba en eliminar todo el contenido susceptible de  estar protegido que las compañías reclaman. El pasado diciembre, una  serie de grandes artistas, de Will.i.am a Jamie Foxx apoyaron la página web con un vídeo en la que alababan sus bondades.
Ahora si se va a acabar el mundo 
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